diumenge, 14 d’octubre del 2007

REFLEXIONES SOBRE EL “30 MINUTS” (TV3, 30-9-2007) 1ª PARTE


V.E.I.

VICTIMA

ESPECULACIÓN

INMOBILIARIA


Viendo que se ha dado un poco de polémica con el documental que se emitió sobre la Barceloneta, también a mí me gustaría hablar sobre él.
Entre otras personas que aparecieron, me gustaría detenerme en dos en particular: nuestra nueva regidora y un representante de la asociación de vecinos.
Mención aparte merecería el joven que apareció jactándose de ser el primero en abrir una inmobiliaria en nuestro barrio –según me pareció escuchar, hace 10 o 12 años- A él, y a otras tantas personas ejerciendo en La Barceloneta este noble arte de robar, muchas gracias.
Respeto a nueva regidora, qué más se puede añadir, tanto buen rollismo y diálogo y resulta que en la 1ª ocasión que tiene para reafirmarse en sus ideas va y nos suelta estas dos frases:

1º) “Los vecinos/as puede que no hayan entendido el plan”. Entonces la moratoria es para que el Ayuntamiento nos explique bien la lección ¿no? Por lo que se ve, creen que no hemos hecho bien los deberes. Y yo pensaba que el plan estaba en suspenso porque esta gente por fin se había dado cuenta de que no tenía ni pies ni cabeza.

2º) “Si se llega a acuerdos entre los vecinos/as y vemos que no mejora el bienestar general, el ayuntamiento tendrá que guardarse un as bajo la manga” Nota: la frase no es así exactamente, pero su significado sí, y reconozco que puedo haberme equivocado a la hora de comprenderla u oírla

Recapitulando: si en una comunidad de vecinos/as se decide que no se quiere construir un ascensor y el Ayuntamiento detecta a una persona a la que no le vendría mal, entonces éste tendría el derecho a obligar a los vecinos/as a “meter” el ascensor.
Y ahora me pregunto, si esto se aplicara así, ¿de qué valdría entonces tanta votación?
¿Y que pasaría en el caso contrario?
Repito, si no he entendido mal esa frase, el Ayuntamiento podría colocarnos misteriosamente a una persona anciana en nuestros pisos para, de esta manera, poder ejercer su derecho a intervenir en beneficio de la “colectividad”. Todo esto me recuerda a las elecciones de cualquier república bananera en las que, el partido que representa el poder, se le quiere beneficiar con los votos de personas fallecidas hace muchos años.

Como conclusión de la regidora, dos apuntes: pudo tener buenas intenciones pero dependen de los mismos de siempre, o no ser tan “enrollada” con el vecindario como se suponía.
Aún así, gracias por mostrar tus intenciones tan rápidamente. La decepción no será tan grande en este caso.