divendres, 22 de gener del 2010

El fútbol de base se paga caro

El Ayuntamiento quiere cobrar 38.000 euros anuales al Club Atlàntic Barceloneta por el uso de las instalaciones municipales

El Club Esportiu Atlàntic Barceloneta es un club que pre­tende fomentar el deporte de base en la Barceloneta, después de constatar a pie de calle la necesidad de crear un nuevo proyecto sin ánimo de lucro, con carácter social. Tratamos de conseguir que la práctica del fútbol no sea una carga económi­ca para las familias, puesto que somos el distrito con más índi­ce de paro de toda Barcelona. Queremos utilizar el gran poder de convocatoria que tiene el fútbol sobre los niños y jóvenes para luchar contra el absentismo escolar, la violencia juvenil, la delincuencia y sobre todo contra la droga. Nuestra intención es inculcar valores que consideramos fundamentales para la formación de los niños tales como compañerismo, educación, generosidad y respeto hacia los demás.

Uno de los objetivos del proyecto es colaborar con las es­cuelas, a través de las asociaciones de padres y madres, de manera que los menores que participen en el proyecto puedan tener un seguimiento integral. En general, nuestra inten­ción es formar parte del tejido asociativo del barrio, en el que ya hemos participado a través de diferentes even­tos, como la recogida de juguetes destinados a los niños enfermos del Hospital del Mar o la colaboración con las vecinas de l’Òstia en la recogida de más de 200 juguetes para 90 familias del barrio.

Pero, a pesar de ser un proyecto llevado a cabo con el esfuerzo de los socios y sin ningún ánimo de lucro, tras intentar gestionar el acceso a las instalaciones munici­pales, nos hemos encontrado con que el Ayuntamiento nos reclama la friolera de 38.000 euros, una cantidad a todas luces desmesurada y que convierte el proyecto en inviable. Se deja así a muchos niños sin poder realizar el deporte que les gusta y con el riesgo que conlleva de que acaben en la calle.

Después de haber mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento, parece que se han desentendido por com­pleto del tema en cuestión. Para que este proyecto sea una realidad y no quede en agua de borrajas, deben re­capacitar puesto que ellos tienen ahora la capacidad de abrir una puerta y regalar a los niños de la Barceloneta la ilusión de poder jugar a fútbol en su barrio a un precio razonable.


Publicat en el Masala 51

dijous, 21 de gener del 2010

La oficina del plan de barrios de la Barceloneta

Un podómetro es, RAE en mano, un aparato en forma de reloj de bolsillo para contar el número de pasos que da la persona que lo lleva encima. Para los 60 vecinos que, pese a la caprichosa lluvia, participaron el pasado martes (hoy se retoman) por la tarde en el estreno de las rutas Barceloneta, pas a pas, fue el regalo estrella que incluía la bolsa con la que les obsequió la oficina técnica del plan de barrios, organizadora de la pionera actividad. Bajo el lema Fes salut: camina pel barri i el seu entorn, la iniciativa busca fomentar las actividades saludables entre los vecinos del barrio marinero y fomentar la cohesión social.
Además del curioso podómetro (herramienta para animar a los participantes a hacer los 10.000 pasos diarios recomendados por los médicos) la bolsa mágica también incluía un gorro plegable, en principio para protegerse del sol, pero que puede ser muy útil para la insistente lluvia de los últimos días de cara a afrontar los hasta seis kilómetros que dura alguna de las caminatas propuestas.
«Si yo no soy de la Barceloneta, no lo es nadie», se presentó Diego casi ofendido al ser preguntado sobre su procedencia. Este barcelonés de 63 años fue uno de los primeros en llegar en el estrenos, sin achicarse por la lluvia (ni siquiera abrió el paraguas) que salpicó la iniciativa, que se hizo con la caminata número tres (la iniciativa ha ideado seis rutas distintas), un suave circuito de tres kilómetros que partió y finalizó en la oficina del plan de barrios, y que recorrió el paseo Marítim.
Isabel, Mercè y Cristina, también vecinas de la Barceloneta, hace tiempo que acostumbran a salir a andar por libre por el barrio, y la idea de hacerlo de forma organizada compartiendo el paseo con otras personas (del barrio o de otros puntos de la ciudad), les resultó atractiva. «La verdad es que con la lluvia he estado a punto de no venir, pero ellos me han convencido. Eso es lo positivo de apuntarse a este tipo de cosas, que al ir con más gente, te obligas más y no te dejas vencer por la pereza», explica Isabel.

Mañana y tarde
Además de las dos franjas horarias semanales en las que se harán las caminatas en grupo –los martes a las 18.30 y los miércoles a las 10.00 horas–, los organizadores quieren que todo aquel que lo desee pueda realizar los seis circuitos por libre, por lo que los han editado en folletos, que también incluyen algunos consejos para que las caminatas sean lo más saludables posible.
Sobre los recorridos, los tres circuitos de menor distancia son de uno, dos y tres kilómetros y se desarrollan íntegramente dentro de las fronteras del barrio marinero.
Los otros tres, pensados para los más entrenados, son de seis kilómetros cada uno, y tienen como puntos más alejados del centro de la Barceloneta el extremo del rompeolas, la base náutica de la Mar Bella y el Auditori de Barcelona. La elección de cuál se hace cada día dependerá de las ganas de los participantes.

Publicat per Helena López en El Periódico

dimecres, 20 de gener del 2010

Vaivenes urbanos

Estas luces de Navidad, tan gélidas y elegantes en sus tonos blancos y azules, y a lo mejor verdes pero nunca rojas, nos cuentan que Barcelona ha cambiado de idea. El año pasado era sacrificar la estética en favor de la sostenibilidad, este año es renunciar a la sostenibilidad por el consumo, por más que el consumo excesivo, tan propio de estas fechas, sea el contrario de un gesto sostenible. El problema es que el Ayuntamiento cambia de conducta sin llegar a construir una nueva argumentación sólida: este año la iluminación ha venido sin esgrimir razones, más o menos como pasa en todas las ciudades. Pero Barcelona era diferente porque se suponía que pensaba de forma diferente. Barcelona daba lecciones.

Tiempo había en que se consideraba un crimen haber arrasado, el Ayuntamiento franquista, los plátanos de la rambla de Sant Andreu para que en la calle cupieran más coches. Ahora el Ayuntamiento se cargará de raíz un conjunto notable de almacenes de la plaza Joaquim Folguera para hacer un parking. ¿Son mejores los coches aparcados que circulando? Suprimir un árbol no es nada, pero desnudar una plaza centenaria significa que nadie, ni un solo vecino, volverá nunca a verla como estaba. Es el derecho al paisaje urbano lo que se vulnera con la tala radical. La línea 9 del metro, absolutamente necesaria, ha destrozado ya más de una plaza.

Barcelona ha pasado de la jardinería sostenible a plantar flores en los parques -flores de un día-; ha ido del no al tranvía por la Diagonal, porque el tráfico no lo permitía, a rehacer la Diagonal para adaptarla al tranvía; de protestar por los edificios singulares a ponerlos por todas partes; de las plazas duras progres a las plazas durísimas y cuarteleras; de un escueto y contestado plan de hoteles pre-olímpico a hoteles fuera de reglamento; de presidir todas las organizaciones internacionales a no saber qué hacer con la Unión del Mediterráneo... En fin. Marea esta ciudad de vaivenes, que guarda las teorías trabajosamente introducidas en el cacumen de la gente para moverse ahora a ritmo de encuesta, de dictamen, de capricho, de tontería.

Publicat per Patricia Gabancho en el País

dimarts, 19 de gener del 2010

Inmobiliarias, inversores y bancos ya acumulan más de 3 millones de pisos

El empacho de ladrillos durará siete años más. La comparación entre la oferta –1,67 millones de viviendas– y la demanda –218.400 compradores– "determina unos stocks de viviendas nuevas vacías puestas a la venta", tan enormes que no se podrán drenar por completo hasta 2016.

Así lo argumenta el Anuario Estadístico del Mercado Inmobiliario Español 2009 de la consultora R. R. de Acuña & Asociados, presentado ayer.

Esa indigesta “sobreoferta” se suma a las 327.350 casas en promociones paradas sin terminar, así como las viviendas no iniciadas con proyecto, que ya suman 1,098 millones de unidades. Éstas se deberán ir acometiendo en los próximos dos años, y tienen un crédito otorgado que asciende a 52.947 millones de euros, según las estadísticas de la consultora. En total, inmobiliarias, bancos, cajas de ahorros e inversores particulares soportan un peso de casi 3,1 millones de viviendas.

Además, el suelo residencial acabado, en promoción o gestión de las inmobiliarias alcanzaría para edificar 869.122 casas, y el de la banca 160.000.

Una losa que difícilmente se quitarán de encima, ya que, como subrayó Fernando Rodríguez y Rodríguez de Acuña, presidente de la consultora, ayer, en el sector inmobiliario “de brotes verdes, nada”.

Rodríguez señaló, además, que “hasta 2011 el precio de la vivienda caerá de media un 22%” adicional. Y tampoco “ha pasado lo peor”, como señaló Zapatero por la mañana. El punto más bajo del deterioro se registrará “en el segundo semestre de 2010”.

Según el estudio, el efecto de la depresión del ladrillo sobre el PIB no es “instantáneo”, pero la economía española caerá un 4,6% en 2009, un 4,3% en 2010, un 1,8 % en 2011 y un 0,5% en 2012. Y en 2013 crecerá un 1,1%.

Otra de las principales conclusiones es que el 75% de las empresas constructoras dedicadas a la edificación de inmuebles residenciales desaparecerá en los próximos cinco años, debido a su alto endeudamiento, a la caída de sus ingresos por el descenso de las ventas y a “su mala gestión”.

Es algo que ya adelantó Rodríguez en una entrevista con EXPANSIÓN hace más de un año, el 27 de junio de 2008. Entonces cifró la sangría en el 80%. Teniendo en cuenta la gran cantidad de concursos de acreedores que han acontecido desde dicha fecha, la nueva cifra no hace sino aumentar el pesimismo.

Todo ello repercutirá en el empleo, de forma que entre 2007 y 2010 se destruirán 1,65 millones de puestos de trabajo, hasta reducirse a la mitad el peso de la construcción en el empleo total, hasta el 6,3%.

Pero no sólo las empresas están al borde del endeudamiento máximo. Según el anuario, los hogares españoles son los segundos de la zona euro que soportan una mayor ratio de crédito sobre PIB (un 80,7%), sólo por detrás de Chipre (113%). La media de la zona euro es del 52,9% del PIB. Así, “es muy difícil que los hogares se puedan endeudar más”, apostilló Rodríguez.

El Congreso aprueba el plan de alquiler de CiU
El Congreso de los Diputados aprobó ayer una proposición no de Ley de CiU para impulsar la creación de un gran parque de viviendas de alquiler a un precio máximo de 375 euros al mes, mediante un sistema de colaboración entre el sector público y el privado.

El texto, que contó con el apoyo parlamentario del PSOE y del PNV, estudia construir viviendas para un alquiler low cost sobre suelo público mediante una fórmula mixta por la cual la constructora gestionará los alquileres, mientras que la entidad pública garantizará el cobro de los mismos.

Así, según explicó el portavoz de vivienda de CiU en el Congreso, Pere Macias, los promotores no tendrán que comprar el suelo, sino que los propietarios de estos terrenos cederán el derecho de uso durante un periodo de 10 a 25 años. Los arrendamientos darán poca rentabilidad, pero las operaciones serán beneficiosas para los constructores, ya que permitirán incluir en la concesión parkings y locales comerciales, que dan márgenes apetecibles.

Publicat en Expansión

dilluns, 18 de gener del 2010

La clientela del hotel Vela da la espalda a la Barceloneta

Los defensores del popularmente conocido como hotel Vela tuvieron que escudarse una y otra vez en el negocio que brindaría a la Barceloneta. En un presumible aumento de los clientes en los comercios de un barrio que teme que con la nueva estampa lo que acabe subiendo sean los alquileres. Y precisamente en el distrito cuya población solicita más servicios sociales, donde por un piso de 30 metros cuadrados se puede pagar unos 600 euros. Pero tres meses después de su inauguración, el Ayuntamiento reconoce que si un barrio se ha beneficiado mayoritariamente del hotel, ése es más bien el lujoso paseo de Gràcia.

"Toda transformación genera debate, pero en cuanto los barceloneses descubran la zona y participen de sus alrededores, confiamos en que verán las cosas de otra manera", afirmó el tercer teniente de alcalde, Jordi William Carnes, el mismo día en que se estrenaba el Hotel W Barcelona. Se refería a las constantes protestas contra el que estaba destinado a ser el nuevo icono de la ciudad, cuyo proceso de construcción no estuvo exento de manifestaciones por parte de los vecinos de un barrio que se resistía a la llegada del nuevo coloso.

En algunos de los intentos por justificar el proyecto urbanístico promovido por la Autoritat Portuària de Barcelona, se esperaba que la clientela del Vela acabase llegando a los comercios y restaurantes de la Barceloneta, aunque durante su primer trimestre no haya sido algo notorio. El usuario de la cadena hotelera Starwood -cuya primera incursión es el nuevo gigante diseñado por Ricardo Bofill- es de alto poder adquisitivo y amante del lujo. Y eso se nota en sus preferencias a la hora de ir a comer o de compras.

Fuentes del Ayuntamiento admiten que quienes se alojan en el Vela prefieren tomar uno de los numerosos taxis que tienen en la puerta del hotel y dirigirse al paseo de Gràcia, donde el Consistorio afirma que sí se ha notado un aumento de la clientela gracias a la puesta en marcha del hotel. Y lo justifican en que el hábitat natural del público del W se localiza en las zonas caras de la ciudad debido a sus altos ingresos.

Donde fuentes municipales sí que afirman que se ha notado un aumento de los clientes gracias al nuevo hotel es en los restaurantes del barrio. Aun así, muchos de los clásicos locales que se encuentran en sus calles y ofrecen especialidades mediterráneas coinciden en que no se ha notado una subida de los clientes desde que el primer día de octubre del pasado año se pusiese en marcha el Vela. Según ellos, su clientela siguió prácticamente en los mismos niveles que antes de que abriese oficialmente el fastuoso edificio que, en cualquier caso, queda a unos 700 metros de donde se aloja el comercio del barrio.

Incluso la misma disposición del hotel puede alentar a sus clientes a visitar otras zonas de la ciudad. Nada más abandonar el hotel, además de los omnipresentes taxis, el turista sólo ve los viejos talleres industriales del barrio donde se pintan o reparan barcos, y la mayor actividad que discurre es la de operarios y transportistas. Los taxis quedan muy cerca y los restaurantes de la Barceloneta, lejos.

Publicat per Luis Garrido en el diari el Mundo

diumenge, 17 de gener del 2010

LO QUE QUEDA DEL FÒRUM

LA VANGUARDIA, 10/05/2009

(POR RAMON SUÑÉ)

Parece que fue ayer y han pasado cinco años. El 9 de mayo del 2004 abría sus puertas al público (la inauguración oficial se produjo el 8) la primera edición de un invento cien por cien barcelonés, el improvisado sucedáneo de esa Exposición Internacional que Pasqual Maragall quiso para presentar al mundo la Barcelona del siglo XXI y que acabó en algo de difícil explicación y que nadie acertó a traducir al idioma del común de los mortales. El Fòrum de les Cultures quiso abarcar mucho y se quedó en bien poco. Pretendió convocar al mundo en la capital catalana y apenas consiguió que los propios barceloneses se interesaran por él.
El Fòrum 2004 aspiraba a "mover el mundo" y, ciertamente, provocó un movimiento, pero de sillas y en el Ayuntamiento. Puso la primera piedra de la plataforma de lanzamiento desde la que, dos años después, el PSC, convencido de que el origen de su declive electoral en Barcelona respondía al nombre de Joan Clos, arreó una patada hacia arriba al sucesor de Maragall. El tiempo ha demostrado que el antiguo anestesista y después brillante gestor no era el culpable de la enfermedad socialista, que el mal era -y sigue siendo cinco años después del Fòrum- mucho más profundo y que amenaza con romper una hegemonía política en la ciudad que hace unas semanas cumplió treinta años.
En los últimos tiempos, el PSC no ha sabido leer lo sucedido en una Barcelona que, en algunos aspectos, ha cambiado a mayor velocidad que otras grandes metrópolis europeas. Del mismo modo, los montadores del Fòrum -un tinglado de la izquierda participado económicamente por administraciones dirigidas por CIU y PP- no supieron interpretar la posibilidad de organizar algo novedoso y a la vez práctico. No es de extrañar que de aquel Fòrum 2004, más que unas conclusiones obvias (no hacían falta más de cuatro meses para llegar a ellas), se recuerden los tatuajes y los labios de Angelina Jolie, la salida de tono de un impertinente Gorbachov empeñado en dar lecciones de democracian a quienes sabían tanto o más que él de esta asignatura, la exhibición sambera de Carlinhos Brown y un alcalde rumboso en el paseo de Gracia o el desembarco de unos okupas disfrazados de pirata en la costa del Besòs.
Sería injusto afirmar que el Fòrum no sirvió para nada. La memoria es flaca y muchos han olvidado que este territorio aún en construcción, donde hoy se erigen grandes equipamientos y espacios públicos, era no hace mucho uno de los mayores estercoleros del área metropolitana de Barcelona. En lo urbanístico, el Fòrum fue la excusa para mejorar una de las partes innobles de la ciudad. En lo ideológico, dejó una herencia paupérrima. Así lo creen los actuales gestores municipales que han ignorado por completo este quinto aniversario. Ni un acto conmemorativo, ni una nota de prensa. Silencio y olvido.

Article aportat per VEI