divendres, 8 d’octubre del 2010

ASUNTOS SUCIOS EN CIUTAT VELLA

Santiago Tarín y Jaume V. Roca publicado en la Vanguardia

Una investigación judicial pone de relieve que el distrito de Ciutat Vella era una ciénaga. Amenazas de muerte, extorsiones y pagos por la concesión de licencias quedan reflejados en unas pesquisas que recuerdan más a las películas de gángsters de Chicago que a una ciudad europea. Las víctimas son la ex concejal Itziar González y su equipo. La ex edil declaró ante la juez, tres meses antes de dimitir, que había recibido una confidencia según la cual miembros de la agrupación del distrito del PSC estaban detrás de las amenazas que sufría. Una miembro de su equipo recibió una carta en la que se le decía: "Tú para nosotros eres un animal y tenemos una misión que realizar". Además, en una conversación telefónica intervenida por los Mossos, un funcionario detenido por corrupción hablaba con un cargo municipal de realizar inspecciones rutinarias a fin de disimular que el Ayuntamiento no actuaba en la zona del Port Olímpic; en unos locales cuyo abogado es actualmente concejal de Comercio del Consistorio.

Este asunto se descubrió casi por casualidad. La titular del juzgado de instrucción 33 de Barcelona, Elisabet Castelló, y la Fiscalía Anticorrupción abrieron una causa contra dos locales de prostitución de Castelldefels, Saratoga y Riviera, que fueron clausurados. En los trámites apareció el nombre de un ingeniero, Joaquín Quílez, al que se relacionaba con irregularidades en la concesión de licencias en connivencia con un alto funcionario, Heliodoro Lozano.

En paralelo, la concejal del distrito de Ciutat Vella, Itziar González Virós, recibió un correo electrónico de un abogado, en el que se le informaba de que Joaquín Quílez estaba recomendado en su distrito por Heliodoro Lozano y por Elena Ariza para legalizar los cambios de uso de los apartamentos turísticos, que estaba detrás del 80% de estas gestiones y que siempre se le decía que el ingeniero "era un hombre que entendía la sensibilidad de la casa". El documento fue remitido a los servicios jurídicos del Ayuntamiento, que a su vez lo tramitaron al juzgado. Entonces, la magistrada abrió una pieza separada para indagar en profundidad estas presuntas irregularidades.

A resultas de esta acción fueron imputados Lozano, Quílez y otra funcionaria, Elena Ariza. Lozano y Quílez pasaron seis meses en prisión provisional. El ingeniero estaba acusado, además, de amenazas.

Este supuesto delito estaba relacionado con el acoso que había sufrido la concejal González. El desarrollo de estos acontecimientos pueden leerse también en el sumario, en un atestado elaborado por los Mossos d'Esquadra. Allí, la policía describe cómo en 2007 se produce un relevo en la concejalía de distrito de Ciutat Vella, cuando llega González, que nombró una nueva gerente y una nueva arquitecta técnica, sustituyendo a cinco funcionarios, entre ellos Lozano, "para evitar malas prácticas". El 30 de abril de 2009, Itziar González fue víctima de un robo en su casa, pero sólo se le llevaron ordenadores, dejando el resto de objetos de valor. El 23 de julio del mismo año, la concejal recogió en su buzón una carta donde se la amenazaba de muerte si no dimitía, haciendo extensiva la intimidación a la gerente del distrito.

Paralelamente, la nueva jefa de licencias de Ciutat Vella recibió otra misiva del mismo tenor. Esta persona dejó su trabajo. El atestado de los Mossos vinculaba a Joaquín Quílez con estas amenazas, debido a las trabas que le ponía el nuevo equipo.

Itizar González fue citada a declarar en el juzgado el 15 de enero de este año. Fue tres meses antes de dimitir de sus cargos, cuando aún era concejal. Ante la juez explicó que tras el allanamiento de su domicilio solicitó protección, y que el Consistorio destinó a dos agentes de la Guardia Urbana y un cabo.

Sin embargo, en mayo, el cabo fue retirado de este trabajo. Itzíar Gonález protestó pero no recibió respuesta, hasta que en noviembre el policía regresó. Y le dijo una cosa que "le inquietó sobremanera": un ex alto cargo municipal le había llamado y le había mostrado su preocupación por la seguridad de la concejal, sabía que la agrupación del PSC de Ciutat Vella la quería sacar del distrito y que, para ello, "le quieren dar un palo", lo que no había ocurrido por la presencia de los escoltas.

Itziar González detalló que al frente de la agrupación está Roger Pallarols, al que relacionó con locales nocturnos. En la actualidad, tras los cambios habidos en el Consistorio tras el fiasco del referéndum de la Diagonal, es concejal de Comercio del Ayuntamiento. El nombre de Pallarols aparece de nuevo en el sumario en una conversación telefónica entre Heliodoro Lozano y Joan Albert Dalmau, gerente de Prevención, Seguridad y Movilidad, intervenida por los Mossos, y donde se dice que era abogado de los locales del frente marítimo. En síntesis, en este diálogo, Heliodoro le explica que ha sabido que una "persona muy importante" ha sido atracada en la zona del Port Olímpic, que llamó a la Guardia Urbana, que no se hizo nada y que a partir de entonces se ha decidido a investigar aspectos como aforos, situación laboral de los trabajadores, control del Ayuntamiento, drogas o inspecciones. Que están haciendo un dossier y que convendría hacer "unas inspecciones rutinarias" a fin de que pudieran justificar actividad municipal pues detrás de estas averiguaciones "podría estar el Partido Popular". Heliodoro pide a lo largo de la charla una "inspección tranquila" para que no les puedan acusar de corrupción. La respuesta que recibe es "a ver cómo nos lo montamos, ya te informaré".

Las licencias son el núcleo principal de las investigaciones sobre la corrupción de funcionarios municipales. En especial, las que se refieren a apartamentos turísticos, una de las cuestiones que el distrito de Ciutat Vella quiso regularizar y controlar. La cuestión es que se acusa a Heliodoro Lozano de tramitarlas siendo el intermediario Joaquín Quílez. En el registro domiciliario que se llevó a cabo en su domicilio, los Mossos encontraron una libreta con una lista de nombres asociados a cantidades que se cree son los sobornos.

En el sumario también aparece el nombre de Víctor Badía, ex consejero de Unió en Ciutat Vella, a quien se relaciona con un cliente de Lozano para un trámite que no se llevó a término. Ni Badía, ni Dalmau ni Pallarols han sido citados a declarar. El Ayuntamiento siempre ha defendido que colaboró con la justicia para terminar con la red corrupta.


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Documento: Una carta amenazadora

dimarts, 5 d’octubre del 2010

diumenge, 3 d’octubre del 2010

BARCELONA, CIUDAD

José María Sanz, LOQUILLO

UNA CRÓNICA URBANA DE ROCK EN TIEMPOS REVUELTOS (2010)

1ª Parte

Me recreo mirando una instantánea en la que aparezco cruzando las puertas del Palacio de los Deportes de Barcelona en aquel primer fin de semana del mes de junio de 1978, camino de frente sin mirar a ninguna parte, pero todas las miradas recaen sobre mí. Traje de tres botones de mi padre que descansaba desde hacía lustros en el fondo del armario, corbata estrecha negra y camisa blanca; la ocasión así lo requiere.

El festival Hasta luego, Cocodrilo, organizado por Gay Mercader, reúne a las mejores bandas de pop barcelonesas de los sesenta: los Mustang, los Gatos Negros, los Cheyenes… es su comeback desde su despedida de los escenarios, pero sobre todo tocan los Sirex; he machacado sus singles durante toda mi niñez, así que no puedo faltar.

El Kaki, convertido ya en el líder de la causa, la nuestra, se abre paso entre el público del Palacio de Deportes; y en un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en primera fila junto a fieles seguidores ya entrados en años; los hay que llevan sus cazadoras de cuero con el nombre de la banda. Abundan los “joteros”, que es una versión castiza del rocker. Al salir del escenario, la emoción es brutal, y el pabellón se viene abajo. Nadie se ha olvidado de ellos y cuando suenan los primeros acordes siento la intensidad de las grandes ocasiones en la piel.

Leslie está en plena forma, maneja al respetable como si los conociera a todos de vivir en la misma escalera; media Barceloneta está presente, rindiendo tributo y yo, como ya he dicho, sigo sus movimientos y coreografías.

El hermano de Óscar trabaja en Can Costa, restaurante situado frente al Cataluña, el chiringuito que frente al mar regenta Leslie junto a su mujer, Pepa. Ambos compiten por la clientela dominguera, que abordan sin pudor a pie de calle en sana competencia; así es la Barceloneta, con sus propias leyes y su propia personalidad.

Me quedo impresionado por el “paso Sirex”, el sonido Shadows de Manolo, por ver tan de cerca a Luis, batería y con una “fama” en los ambientes de rock de aquí te espero, Juanjo da seguridad y empaque a una banda que tiene en Guillermo a uno de los pocos compositores de r’n’r de su generación.

Poco a poco van cayendo todos sus hits: Yo grito, San Carlos club, El tren de la Costa y así hasta La Escoba: con texto readaptado a los tiempos que vivimos, Leslie dice querer barrer los tirantes de Fraga Iribarne. El clímax llega con la versión del clásico de Gene Vincent Be-bop-a-lula, de cuando desafiaban al mundo vestidos de negro, a imagen y semejanza de Vince Taylor.

Y es entonces cuando comprendo que tenemos la base suficiente para hacer r’n’r en castellano sin tener que cantar en inglés, como hacen la mayoría de las bandas españolas. Así se lo transmito a Carlos en medio del griterío:

- Hay que hacer canciones que la gente pueda entender y q ue les hablen de su realidad, no de Wisconsin. Tenemos que escribir sobre nosotros: ¡aquí y ahora!

Gracias a los Sirex aprendo la primera lección de r’n’r de mi corta vida roquera: ser siempre uno mismo.


Article aportat per VEI