La Barceloneta amb l'aigua al coll: Barceloneta, una reconquista: suma y sigue.

dilluns, 15 de març del 2010

Barceloneta, una reconquista: suma y sigue.

Article publicat en el Masala nº 52

En los terrenos de la fábrica metalúrgica La Maquinista terrestre y marítima se había planeado una Copacabana (1973-1977). En aquel momento fueron la oposición y movilizaciones vecinales las que forzaron que en ese espacio ahora haya equipamientos educativos.

Para los quarts de casa y sus estrechas escaleras se había planeado la colocación de ascensores, la eliminación de un piso por planta, y sobre todo, la obligación de plegarse a los intereses del capital privado. En este momento, la oposición y movilizaciones vecinales han hecho que este planeamiento (el “plan de los ascensores”) no se lleve a cabo. Cuatro décadas después, una nueva victoria [1].

Victorias vecinales, como las de La Maquinista, son una reconquista de espacios. Espacios que permiten el ejercicio de un derecho básico, como en este caso la educación. La paralización del “plan de los ascensores” es una victoria con la que aun no se ha ganado la batalla; pero forma parte de una reconquista del barrio que sólo (pero no solos) podemos hacer los vecinos, de esa conquista del derecho a la ciudad.

La anulación del “plan” es una reconquista del futuro de La Barceloneta. Obviamente, no se trata de una reconquista física (o no sólo), sino más bien política. La aprobación del “plan de los ascensores” fue una decisión política; un error político, a conciencia, del Ayuntamiento en pleno, con el PSC a la cabeza. Su desarticulación no puede basarse en cuestiones técnicas, como nos intenta hacer creer el Distrito de Ciutat Vella, sino que tiene que responder a un gesto político.

Desde su aprobación en 2007, la única respuesta política a esta situación viene dada por el PSC y el nombramiento de la -en principio- independiente y bienintencionada Itziar González.

Sin embargo, a partir de ahí, las respuestas han sido todas técnicas y metodológicas. Dos años después de anunciar la paralización del “plan” y su modificación, el Districte de Ciutat Vella responde a la exigencia vecinal de anular el “plan” con una respuesta metodológica enrevesada que, como mucho, supone una alternativa a los propietarios sin mucha ambición; pero continua dejando la puerta abierta (y lo hará, mientras el “plan” siga vigente) a una transformación elitista de La Barceloneta.

Las cuestiones técnicas, en este caso son (a grandes rasgos):

● Cambio de la normativa de la cédula de habitabilidad para los pisos de La Barceloneta: los pisos de La Barceloneta que se sometan a una reforma integral, como poner un ascensor, puedan obtener después una cédula de habitabilidad, a pesar de no tener los metros que se requieren para ello;

● modificación del ya modificado PERI del 86 para sobreponer al “plan de los ascensores” otro planeamiento [sic.];

● revisión de las actuaciones a realizar en el frente marítimo...

Pero lo técnico siempre se pliega a los intereses políticos y privados. Una metodología, por buena o mala que sea, no garantiza derechos, sólo ralentiza o agiliza trámites. A estas alturas de la película, el PSC no puede querer hacernos creer a los vecinos de La Barceloneta que con una “buena” gestión de lo técnico se soluciona un problema que puede suponer la expulsión de un 20% de la población del barrio. La vigencia del “plan de los ascensores” supone una vulneración potencial de derechos sociales básicos, del derecho a la ciudad. Esto se da en un momento de crisis en que la administración debería garantizar e implementar derechos y no recortarlos o potenciar que se vulneren.

Aquellos que lucharon por los equipamientos educativos en La Maquinista no respiraron tranquilos hasta que no vieron cómo se construían los colegios. Y de la mismo manera, los/as vecinos/as hoy no podemos quedarnos parados/as hasta que no se anule definitivamente el “plan de los ascensores”. Como bien dice J.M. Montaner “uno de los motores esenciales de las mejoras sociales [...] son los movimientos urbanos”[2], siendo así, reconquistar La Barceloneta sería reconquistar el derecho a La Barceloneta que la administración, el capital privado, la industria del turismo y el mercado inmobiliario nos roban.

El derecho a La Barceloneta, pasa por la anulación del “plan”, pero también comprende el derecho a la vivienda, a un transporte público de calidad: ¿cómo es que no se regulan las paradas de autobús en el barrio y el Hotel Vela tiene una delante de la puerta nada más abrir?; a la educación, los alumnos del CEIP Mediterrània llevan tres años en barracones; a la cultura, el barrio tiene una gran tradición musical, pero ninguna sala de ensayo para los grupos o bandas; a la participación, no hay ni un solo espacio social gestionado por los vecinos en el barrio...

Siempre se ha dicho que la conquista de derechos se hace desde abajo, la re-conquista no puede hacerse de otra manera. Así pues, piratas, reconquistemos nuestro derecho a la Barceloneta. 20 de Marzo: Manifestación [3]

[1] Una victoria que nos debemos, y que debemos a Emilia Llorca.

[2] J.M. Montaner, El Pais 18.IX.08

[3] Para saber los horarios y la convocatoria de la manifestación del 20 de marzo, mira la agenda del Masala

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