dissabte, 20 de febrer del 2010

IRREVERSIBLE IMPIEDAD

LA VANGUARDIA, 28/08/2009

(POR ANTONI PUIGVERD)

Horrorizado y afligido, observo como avanza la nueva carretera que destroza el Empordà. Si esta comarca les pilla lejos, lean esta columna como expresión del desconcierto que produce descubrir, más allá de las palabras y del cliché de la sostenibilidad, de qué manera pone el Govern actual sus manos sobre el territorio.
Era una vía recta y clara, perfectamente inserida en el paisaje llano y agrario que atraviesa: de Corçà (a dos pasos de La Bisbal) a Figueres. Una parte importante de esta vía adquiere ahora un perfil monstruoso como consecuencia de las obras que la vinculan al tramo gerundense de la C-31. Necesita una reforma. No una aberrante mutación. Con la excusa de que CIU lo habría hecho peor, la están convirtiendo en una muralla de asfalto, alzada sobre incomprensibles taludes y ribeteada con delirantes puentes de hormigón. Lo nuevo no mejorará lo que ya existía: desaparece la linealidad y complica los cruces con las carreteras locales. Ciega caminos rurales, divide fincas agrícolas por la mitad, obliga a muchos payeses a dar grotescas vueltas para alcanzar unos campos de labranza que se extienden a uno y otro lado de la carretera. Dificulta la vida de la gente en lugar de mejorarla. Y provoca una nueva herida en un territorio que, si se descuida, pronto perderá su máximo capital: los huevos de oro del Empordà salen de la gallina del paisaje.
En efecto, el Empordà, gracias a un paisaje que ha contado con formidables prescriptores literarios (Maragall, Pla), se ha convertido en las últimas décadas en el referente de otro tipo de turismo. Un turismo de calidad al estilo toscano. Fundado en la belleza. Mejorado lentamente con la restauración de los pequeños pueblos. Regenerado por la presencia habitual de unas élites interesadas en su mejora, promoción y refinamiento.. Diversificado con una agricultura muy viva. Y culminado con una exquisita oferta hotelera y gastronómica.
Destruidos, durante la primera oleada turística, los más bellos parajes de la Costa Brava (convertida en lugar de veraneo masivo), el Empordà interior funcionaba como verdadera reserva de calidad, como el espacio en el que actuar de manera delicada, sutil, inteligente. Para preservar la belleza, pero también para fortalecer un modelo territorial que permita desarrollar algún día el sueño de modernizar el turismo. Una cosa es decir sí a obras imprescindibles para el desarrollo (AVE, MAT) y otra muy distinta arrasarlo todo como los bárbaros. ¡Tantas críticas a los excesos de CIU, tantas burlas sobre el modelo del PP valenciano, tanta literatura sobre la tercera vía del PSC, tanta palabrería sobre un nuevo modelo turístico basado en la calidad, y ahí está la conselleria de Joaquim Nadal abriendo en canal el Empordà! Manoseando el paisaje más bello (¡y rentable!) con irreversible impiedad.

Article aportat per VEI