dimarts, 13 de maig del 2008

BCN WEEK (Nº 1, MAYO 2006)

V.E.I
VÍCTIMA
ESPECULACIÓN
INMOBILIARIA

LA NEWYORKIFICACIÓN DE BARCELONA -SEGUNDA PARTE- (MAGGIE SCOTT) (1)

3- FUNDIENDO LA OLLA HUMANA

Una de las cosas más fantásticas de Nueva York (además del "Welcome to the Johnson" en el East Side más bajo) es su diversidad cultural. Hay un flujo y reflujo de vidas en NY que sólo puede entenderlo quien haya estado allí. No importa si eres de Kazakhstan o Kansas, un newyorquino/a es una persona que se define por donde vive en ese momento, no de dónde viene. A diferencia de otras ciudades europeas (en las cuales esta diversidad no se da), BCN está tomando cartas en el asunto para atajar el problema de la inmigración. El ayuntamiento considera que, para ser una ciudad cosmopolita -como NY-, no puede aspirar simplemente a ser capital de región española. Tiene que encontrar un camino para integrar a esta creciente población inmigrante, y hacer de ello una ventaja, mientras mantiene su espíritu catalán.

Si miramos el Plan municipal de inmigración, una gran estrategia ha sido acordada por el ayuntamiento para integrar tranquilamente a esta población inmigrada dentro de la sociedad catalana. Desde que entró Clos en 1997, la población inmigrante ha saltado de los 37.000 en 1997 a los 150.000 en el 2005, haciendo que los inmigrantes representen un 10% de la población total de la ciudad. Ese número, por supuesto, no refleja a los inmigrantes que están aquí ilegalmente.

Clos señala en el Plan municipal de inmigración: "Esta inmigración es muy diferente a aquélla que tuvimos en el Siglo XX. El Siglo XXI nos trae nuevas culturas que son muy diferentes a nosotros/as en numerosos aspectos: lingüístico, religioso, hábitos higiénicos y gastronómicos. Culturalmente no somos una sociedad neutra. Tenemos una cultura existente, la catalana, que define: nuestro modelo de convivencia, la actitud de los barceloneses/as ante la vida, nuestra forma de ser, comportarse en la calle, conducir, respetar la limpieza de las calles, celebrar fiestas, hablar o cuándo se puede gritar o no. Estos aspectos forman parte de la manera de ser de nuestra comunidad y ahora nos encontramos con nuevas personas con diferentes hábitos y culturas. La materia es muy importante".

No estamos muy seguros de cómo se desarrollarán estos "hábitos higiénicos", pero lo que podemos ver en la ciudad -igual que en NY-, es una casi inevitable guetización de la población inmigrante. Por ejemplo, ve a Pedralbes y pregunta a un vecino/a la última vez que fue al Raval a comer un caliente "shawarma", o que comió en un chino del Arc del Triomf. La respuesta, seguramente, sea nunca. Por lo tanto, si BCN continúa creciendo así, tendrá que encontrar nuevos caminos para acomodar a las diferentes nacionalidades que quieren llamarla "hogar".

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Cuanto mas conocimientos me puedan aportar otras culturas mas catalana me siento.
Invadida me siento solo 2 meses al año , y ya se sabe que no todo es perfecto en la vida .

Anònim ha dit...

Ser cosmopolita no significa ser indiferente a un pais y ser sensible a otro.
Significa la generosa ambicion de ser sensible a todos los paises y todas la epocas, el deseo de eternidad, el deseo de ser muchos"
Jorge Luis Borges