Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Existe, tras de cada iniciativa en materia urbanizadora, una doctrina relativa a lo que se quiere que suceda o que no suceda en ella, a qué tipo de acontecimientos se pretende propiciar o evitar a toda costa. Manuel Delgado
Signatura online del Manifest a la Barceloneta ens neguem a ser un barri turístic
2 comentaris:
Somos muchos los que no creemos que las manifestaciones o jornadas como ésta sirvan de gran cosa. El sistema está deseando mostrarnos por la televisión a todos los descontentos con el tema de la vivienda como gamberros y, desde luego, movidas como ésta demuestran que somos todo lo contrario.
Si de verdad se quiere cambiar algo me parece mucho más práctico formar un partido de protesta que haga visibles las dimensiones reales del descontento. Creo que sólo con que se presentase un partido de este tipo a las elecciones bajaría el precio de los pisos, porque aparecerían en el mercado inmobiliario serias incertidumbres sobre la perpetuación de la situación actual. Por otro lado, si hay algo que las élites económicas temen es que el pueblo despierte y comience a defender sus intereses por vía parlamentaria. Seguramente el canguelo que les entraría a los políticos de los partidos tradicionales al encontrarse con una respuesta así les empujase a respetar un poquito más el artículo 47 de la Constitución que ellos mismos nos han dado.
«La unión hace la fuerza» este es un lema que aunque estemos acostumbrados a oirlo no lo ponemos en práctica y ese es el problema, a pesar de que si hacemos un recorrido a lo largo de la historia vemos que ha sido la base de los grandes cambios. Si realmente todos los que no estamos contentos con el problema de la vivienda, que somos muchos, salieramos a la calle y plantaramos cara a los políticos y a la administración, seguro que algo o mucho cambiaría y se nos tomaría más en serio. El derecho a la vivienda es una necesidad básica que cada vez se va convirtiendo más en un lujo de unos pocos y no digamos en Barcelona, ciudad en la que cada vez se está haciendo más difícil por no decir imposible vivir porque se está convirtiendo en un parque temático para el turismo o para ser habitada por personas con un alto poder adquisitivo. Lo cierto es que el pueblo sigue dormido y de continuar así, cuando nos demos cuenta estaremos fuera de nuestra casa y de nuestro barrio porque quien nunca duerme y siempre está alerta es la especulación y el mercado inmobiliario.De los políticos bien poco podemos esperar porque ya conocemos de sobra las promesas que nunca cumplen, a fin de cuentas ellos tienen resuelto este problema.La movilización, la fuerza,ha de salir del ciudadano de a pie que somos los que realmente lo estamos sufriendo. Conceptos como solidaridad, derechos, unión, vecinos,ciudadano... están en desuso y en fase de extición y hay que recuperarlos para no convertirnos en una sociedad individualista, materialista e insolidaria.
Publica un comentari a l'entrada