diumenge, 19 de setembre del 2010

Abordan el hotel Vela para denunciar la privatización de la costa

La tripulación del velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción aborda el hotel Vela para denunciar la privatización de la costa, el fomento de élites sociales y, la inversión de más de 50 millones de euros de dinero público en la costa de Barcelona.
El litoral de Barcelona ha sido desconfigurado y destruído de manera casi irreversible, por los siguientes motivos:

1. La brutal urbanización del frente marítimo ha eliminado definitivamente la mayor parte de “naturalidad” en la costa (hay prácticamente un continuo de cemento entre la Costa Brava y el Delta del Ebro).

2. Las infraestructuras (puertos, diques, espigones, etc.) ha alterado irremediablemente la dinámica costera, degradando la vida en el mar y afectando a los flujos de sedimentos con la consiguiente pérdida de playas.

3. Las construcciones de infraestructuras como el forum de Barcelona, el Port Olímpic, Zoo de Barcelona y, la continuas ampliaciones del Puerto de Barcelona

4. Se ha privatizado parte de la costa, como en el caso del Puerto de Barcelona y de manera escandalosa en el Hotel Vela y todo su entorno, para hacerla un entorno elitista donde se excluye a la mayor parte de la población.

Esta transformación, ha ocasionado un cambio de la dinámica litoral y vías de llegada de los sedimentos a las playas y, por lo tanto, una condena de inversión anual al Estado español para el mantenimiento artificial del borde costero y sus playas.

Esta inversión del ministerio de Medio Ambiente, se traduce en alrededor de 50 millones de euros en los últimos 10 años, en obras como, la construcción de espigones emergidos y semisumergidos en la barceloneta, el reencauzamiento de las aguas de esconrrentía en la playa del Bogatell, obras de extracción y vertido de arena procedentes de las barras de arena sumergidas próximas al Lugar de Interés Comunitario marino del Maresma y, de canteras de origen terrígeno.

A esta cifra, habría que sumarle el dinero invertido por la Agencia Catalana del Agua y el Ayuntamiento de Barcelona en la gestión de la playa y borde litoral. Esta inversión va destinada a facilitar el negocio a las grandes empresas promotoras depredadoras de la costa y sus recursos (naturales y humanos).

Por otro lado, en la ciudad de Barcelona se ha facilitado la privatización de la costa, el mejor ejemplo lo encontramos en el hotel vela. La Ley 48/2003, de 26 de noviembre, de régimen económico y de prestación de servicios en los puertos de interés general, establece la independencia y planificación económica por parte de cada una de las Autoridades Portuarias repartidas por toda la costa, la posibilidad de inversión privada en los proyectos y actuaciones de estos puertos de interés general y, además la posibilidad de competir unos con otros. La aplicación de esta ley, está acarreando que autoridades portuarias como la de Barcelona, busquen un saneamiento de sus cuentas y competividad económica, con proyectos como el del hotel vela. Este proyecto, ha facilitado la ocupación de este suelo público a promotores como FCC, OHL, COMSA y SACYR.

Además, debemos indicar que estos proyectos han sido incluídos y, promovidos, por la planificación urbanística del Ayuntamiento de Barcelona y beneplácito de la Generalitat de catalunya haciendo mal uso de la ley de Costas y, cambiándo el uso del suelo de parte del Barrio de la Barceloneta a Dominio Público Portuario. Esto ha conllevado a la creación de zonas de élite social y, un desmebramiento social en el barrio de la Barceloneta.

En el caso del Hotel Vela (W Barcelona), desde antes de construirse se inició un amplio movimiento ciudadano en su contra, como se ha podido comprobar en las múltiples acciones de protesta de los vecinos del barrio (http://hotelvelabarcelona.com/). En estos momentos, además, el Hotel se encuentra ante un juicio contencionso-administrativo interpuesto por la plataforma ciudadana opuesta al edificio por la privatización de terrenos de dominio público. Por decirlo de un modo sencillo, Ecologistas en Acción no tiene nada en contra del hotel ni de su empresa propietaria, sino en contra del emplazamiento elegido y de la operación legal llevada a cabo por las administraciones (Gobierno de España, Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona) para hacerlo posible.


Publicat en el diari Xornal de Galicia