dimarts, 19 de maig del 2009

CALLEJEROS: NOSOTROS LOS MALDITOS (PAU MALVIDO, REVISTA STAR 1972-1976)

En este último artículo de Nosotros los malditos quería hacer una historia y un recuento de los grupos que por ahí circulan dando marcha, pero al final me he pasao al panfleto y no voy a dar ningún nombre. Que ya nos encontraremos por ahí. Y antes de continuar la paliza quisiera, eso sí, referirme a los grifotas de toda la vida, a los de barrios como la Barceloneta, el chino, Gracia, Pueblo Seco, La Mina, el Campo de la Bota. Esta gente no ha cambiado mucho. Sigue vacilando. A veces hay gente que se cree muy moderna por fumarse un porro. Y es verdad que son modernos. Pero en el asunto del vacile tienen detrás a una larga fila de gitanos, gente del chino, peluqueros, taxistas, jóvenes de barrio, gente que a lo mejor trabajaba en algo de lo más corriente y normal, que hace ya mucho tiempo que se "pone a gusto", como ellos dicen, gente que todavía no entiende por qué carajo está perseguido el consumo de hierba, con lo bien que a ellos les sienta, y que por el hecho de estar perseguido se sienten un poco al margen del mundo normal, del mundo sometido al "imperio de la Ley".
Y estando al margen del mundo establecen cierta complicidad entre ellos, se montan sus rollos. Esto de que la gente se monta sus rollos un poco aparte, pasando de los que están arriba mandando lo que está bien y lo que está mal, tiene algo que me gusta. De hecho, cuantos más rollos se monte la gente pasando de dar explicaciones a nadie, mejor. Más ingobernables seremos. Lo que es necesario es que entre los que estamos "abajo" nos respetemos los rollos los unos a los otros, que seamos todos un poco cómplices en la gran ilegalidad o mejor en la alegalidad (porque en definitiva no se trata de estar en la legalidad o en la ilegalidad sino de pasar de esta distinción) que entre todos constituimos.
Porque también es cierto que la miseria, la falta de plata y de posibilidades de enrollarse bien provoca en muchos freaks un individualismo "pasado" en el mal sentido de la palabra. O sea el típico freak que llega a casa de otro freak y come todo lo que puede y se va sin decir esta boca es mía. Simplemente se aprovecha de otro sin dar nada a cambio, porque está flipado con la falta de plata y con sus frustraciones y sólo va a sobrevivir a costa de quien sea. No quiero decir que siempre se tenga que dar algo a cambio de lo que a uno le den, pero sí que es necesario explicarse, hacerse entender, llegar a acuerdos solidarios, guiados por la amistad. Al menos entre gente que se sienta en el mimo tipo de rollo.
Por mucha miseria que haya, es preferible robar a un ladrón (un ladrón de los legales, de los montados a costa de otros) que engañar a un amigo. Y además contra la miseria se pueden hacer cosas colectivas, exigir mayores sueldos, montarse algún rollo, lo que sea, menos ir a joder al que tienes a tu lado. Si esto no queda claro entonces caemos en nuestra propia corrupción. La pochedumbre del sistema se nos mete dentro y nos corrompe a nosotros mismos. Mejor sería que el sistema se corrompiese a sí mismo y que nosotros nos lo montásemos mejor.

APORTACIÓ VEI