La BCN más llena de los últimos años soporta la presión con menos multas
El aumento de la presión sobre las playas fruto de la irreverente crisis que auguraban los vecinos de
Las playas no son el único espacio de la ciudad que este verano está sufriendo un uso más intensivo de lo habitual en estas fechas, en las que, fuera de los focos más turísticos, la capital catalana suele mostrar un aspecto desértico. La difícil situación económica ha hecho que muchos barceloneses hayan renunciado a salir de vacaciones, quedándose en la ciudad y usando de forma más intensa las calles, ya que una cosa es quedarse sin el viaje soñado y otra muy distinta encerrarse en casa. «En una ciudad sometida a mucha presión [a los barceloneses castigados sin vacaciones hay que sumarle el ingente número de turistas], los servicios han estado a la altura», resumió satisfecho el alcalde.
ESCENIFICACIÓN / Para escenificar el trabajo en equipo de los cuerpos de seguridad para lograr esa convivencia en el espacio público –este verano se han realizado 347 operaciones conjuntas–, Hereu se hizo acompañar durante la presentación por la concejala de Seguridad y Movilidad, Assumpta Escarp, por el subjefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Antoni Verger, y el por jefe de
«Se están notando los efectos positivos de la mayor presencia policial en la calle», insistió el alcalde, quien apuntó con orgullo que han disminuido el número de llamadas por parte de vecinos al 092 para denunciar actos incívicos. «El hecho de que este verano haya casi 500 policías más en la calle –225 agentes de
Pese a ese descenso anunciado por el alcalde –sin aportar cifras comparables–, multas se han puesto, y muchas.
PERSECUCIÓN ACTIVA / En cuanto a la polémica sobre los manteros, Hereu ha insistido en que Barcelona siempre se ha mantenido «muy activa» en la persecución de la venta ilegal y en «garantizar y defender a todos los sectores de la economía formal de la ciudad». «Evidentemente es un fenómeno que no se puede erradicar, pero sí perseguir y denunciar, y eso es lo que siempre hemos hecho y seguiremos haciendo en Barcelona», perseveró el alcalde.
En esa misma línea, y siguiendo a raja tabla la ordenanza cívica, en lo que va de verano se han impuesto la nada desdeñable cifra de 1.190 multas por orinar en la calle, 62 por demanda de servicios sexuales y 145 por ofrecer esos mismos servicios.
Hereu hizo también hincapié en el refuerzo veraniego de los servicios de limpieza, un 16% mayor que durante el resto del año, y en el descenso de la recogida de residuos en las playas pese a su mayor uso. Ese descenso se ha notado tanto en la arena de las playas como en la papeleras de las mismas. Así, durante el mes de julio se han recogido un total de 156.545 kilos de basura playera. De estos, 28.452 se han recogido en la arena, 101.851 en la papeleras de basura no reciclable y 26.242 kilos de las papeleras de envases. En los servicios de limpieza de las playas, este año hay una dotación de 47 personas, con un total de 14 vehículos.
En cuanto a la seguridad en general, el alcalde recordó ayer las cifras ofrecidas en la última estadística sobre el tema presentada el 30 de julio, que refleja que en la ciudad hay una media de 294 hurtos al día, que, pese a ser una cifra importante, supone un descenso del 5,41% respecto al primer semestre del 2009, año que se caracterizó por unas exorbitantes cifras de delincuencia callejera. «Lo importante en estos asuntos es la tendencia, y la tendencia es que lo hurtos disminuyen», matizó el alcalde, quien recordó que la temporada todavía no ha acabado.
Article publicat en el Periódico de Catalunya
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