dilluns, 27 d’abril del 2009

Ciudad de cemento

A Barcelona le faltan zonas verdes. No sólo por comodidad, calidad de vida o estética. También para preservarla salud de sus ciudadanos. La capital catalana cuenta con una media de 6,6 m2 de superficie verde urbana por habitante, lejos de los parámetros que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera "imprescindibles", que se sitúan entre 10 y 15 m2 de zona verde urbana por habitante.

Vitoria, la más 'verde'

En España, según los datos recogidos por el Observatorio de la Sostenibilidad en el estudio Sostenibilidad local. Una aproximación urbana y rural, sólo siete ciudades superan este umbral: Cáceres, Girona, Cádiz, Logroño, San Sebastián, Madrid y Vitoria. La capital alavesa, con 39 m2 por habitante, es la ciudad española con más verde urbano. Madrid, con 17 m2, es la única de más de 500.000 residentes que está en los niveles de la OMS, casi triplicando a Barcelona.

En el caso de la capital catalana, la ciudad cuenta con 68 parques que suman 559 hectáreas. La estadística no tiene en cuenta las zonas forestales, que suponen 1.795 hectáreas, correspondientes a Collserola.

El primer gran parque, la Ciutadella, se creó en 1873. Fue en la primera mitad del siglo XX cuando se extendieron las principales zonas verdes, como los jardines de Montjuïc (1929), el Turó Park, la Font del Racó o los jardines del Palau de Pedralbes. La Guerra Civil frenó esta expansión verde y en la posguerra sólo se crearon los parques de Cervantes y la Guineueta, aunque se compraron fincas para abrirlas al uso público. Fue el caso de la Villa Amèlia, l'Oreneta, Les Aigües y el laberinto de Horta.

Ya con la democracia, se crearon el Parc Miró y la Espanya Industrial pero la presión urbanística ha frenado nuevos espacios, a excepción delos interiores de manzana en el Eixample. Desde 2003 no ha variado la superficie de zona verde por habitante.

Publicat per Lluis Tusell Coloma en el diari ADN

1 comentari:

salas ha dit...

Últimamente está visto que el Ajuntament de Barcelona está decidido a acabar con las pocas zonas verdes que quedan en la ciudad y convertirlas en yermos desangelados y deprimentes.

Un gran ejemplo lo hemos tenido con el Bosquet dels Encants, que han cerrado para albergar el mercadillo, junto con el resto de transformaciones de la plaza de les Glòries.

Mucho nuevo edificio, mucho hormigón y cemento, pero nada de zonas verdes. Otro ejemplo está en el parque de Montjuïc, un remanso de paz y exuberancia vegetal, y hoy en día cada vez más pelado.

Sr. Hereu, ¿qué es lo que pretende? ¿No tenemos derecho a disfrutar de un pequeño bosque urbano? Replantéeselo, por favor.