diumenge, 12 d’octubre del 2008

¿Por qué no bajan los pisos?


Primero, los datos. Resulta que en EEUU los precios de la vivienda –según el índice Case-Shiller- han caído un 17% en los últimos doce meses (julio sobre julio). Este índice recoge información estadística sobre la evolución de los precios en 20 grandes ciudades de EEUU, y pasa por ser el más fiable sobre lo que sucede en el mercado inmobiliario estadounidense. Como toda estadística, puede ser criticable, pero hoy por hoy es la más representativa.

En el Reino Unido las cosas no son muy distintas. El índice Nationwide -uno de los más utilizados- refleja un descenso anual (septiembre sobre septiembre) equivalente al 12,4%, lo que da idea de la intensidad del ajuste inmobiliario.Teniendo en cuenta el efecto de la inflación, esto significa que en términos reales los precios de las casas han caído entre un 15% y un 21% en ambos países. Se trata de una media, por lo que en algunas zonas el recorte ha sido, incluso, mayor.

Como se sabe, EEUU y Reino Unido han vivido en los últimos años una burbuja inmobiliaria similar a la española, pero he aquí la paradoja. Los precios de la vivienda en España se resisten a bajar, y ello pese a la espectacular caída de la demanda, provocada tanto por la subida los tipos de interés como por las dificultades para obtener un préstamo. Vayamos de nuevo a los datos. Según el Índice de Precios de Vivienda -que publica Estadística- los precios de los pisos han descendido un 0,3% en el último año (segundo trimestre sobre segundo trimestre), como se ve muy por debajo de lo que ha ocurrido en los dos países anglosajones anteriormente citados.

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1 comentari:

Anònim ha dit...

Recordemos que la culpa nunca, nunca, nunca, es del que vende, que aunque haya mucho vendedor ladrón, a NADIE se le obliga a comprar. Yo hace mucho vengo defendiendo una huelga de compradores, ya que considero que apenas un 15% o 20% de los que compran tienen una necesidad real y urgente de comprar, y el resto podríamos haber esperado para reventar el mercado, pero en España no existe ningún tipo de asociacionismo, ni de identidad colectiva, ni de conciencia de los problemas, como por ejemplo en el manido ejemplo francés. Así que allá nos las den todas. Aún hoy día conozco gente superilusionada esperando su celda colmenera de 70 metros en Barcelona o su área metropolitana por 45 y 50 kilillos. Somos patéticos, nos hemos buscado esto. Al principio del boom inmobiliario teníamos dos opciones: darnos cuenta de que esto era una locura y un robo y ejercer como consumidores responsables para pararlo; o llenarnos los ojos y la cabeza de avaricia y riqueza ficticia y entrar en la rueda para creernos ricos por un piso que ni siquiera podemos hacer líquido pq lo necesitamos para vivir. QUé pena damos, qué mentalidad y qué horror.