dissabte, 23 d’octubre del 2010

BARCELONA, CIUDAD

José María Sanz, LOQUILLO


UNA CRÓNICA URBANA DE ROCK EN TIEMPOS REVUELTOS (2010)

4ª Parte

Studio Ono, en la calle del Pi número 1, es el lugar elegido por CBS para presentar a los Rebeldes en sociedad, conocida de toda la vida por “discoteca 1800” ahora presume de transgresora. Su nombre recuerda al mítico Studio 54 de Nueva York; todo aquel que pretende dárselas de moderno o presume de ser alguien en el mundo del espectáculo se deja ver en algún momento de la noche junto a bailones de turno. La cocaína es una novedad, las drogas psicodélicas han pasado a la historia.

Es el local para todo tipo de presentaciones y ruedas de prensa, a medio camino entre lo snob y lo “moderno”, que al final viene a ser lo mismo.

En la entrada de Studio Ono un portero selecciona al personal, si no tienes buena pinta no entras ni pagando, hay mucho guapo/a contratado y puedes toparte con un tipo disfrazado de boxeador o una guapa vestida de orgía romana, dependiendo de la fiesta que toque. Hay un trapecio situado estratégicamente y una trapecista sin complejos haciendo evoluciones varias.

La prensa que al principio critica el exceso de hedonismo pronto se desdice al calor de la barra libre, eso es muy importante para ellos.

Una nueva manera de entender el negocio de la noche ha llegado a la ciudad influenciado por la vida nocturna de Ibiza y la Costa Brava, donde siempre están a la última por la afluencia del turismo chic; aquí todavía se tira de Bocaccio y de los restos del naufragio de la gauche divine.

El culto a la modernidad toma Barcelona en pequeñas dosis, disco a disco.

La nueva ola nos impone su estética frívola, hasta es capaz de llenar las pistas donde suenan Police, Blondie o Pretenders junto con los últimos coletazos de la música disco hortera, creando una mezcla insoportable a los sentidos.

En las radios comerciales los grupos nuevaoleros madrileños toman el relevo a los ídolos de las fans quinceañeras; rumberos modelo pata de elefante y melódicos con un pie en Latinoamérica.

Nombres como Radio Futura o Ejecutivos Agresivos anuncian un cambio en las formas y en el fondo.

Y nosotros ya tardamos.

Article aportat per VEI