dijous, 15 de juliol del 2010

La fiestecita del Mellow Beach Club

Hola,

Soy una vecina del barrio y hoy he leído vuestro Boletín de 3 de julio de 2010. Os felicito por vuestra labor.

He visto que hablábais del Mellow Beach Club. No tenía ni idea de que era una local de lujo, y os escribo porque supongo que ya sabréis que esta semana (la madrugada del miércoles, creo) ese local dio una fiesta. Yo lo sé, no porque estuviera invitada, sino por otra razón que os explico.

Yo vivo en el edificio justo enfrente del Paseo Marítimo, en Almirante Cervera (el que está al final, a unos 2 kms aprox. del hotel). Pues bien, la madrugada del miércoles, a eso de las 12:30 aprox., empecé a oir ruido de música que venía de la playa.

A medida que pasaba la noche, el volúmen subía y a eso de la 1:30 de la madrugada empezó un ruido infernal de música "bumba-bumba", que resonaba en las paredes de mi casa. Primero, pensé que sería algún coche que estaría aparcado con la música a toda marcha, pero como pasada media hora no paraba de sonar, decidí subir la persiana para ver si conseguía averiguar de dónde demonios venía ese ruido.

En la playa no había gente de fiesta y fue entonces cuando ví que debajo del hotel habían unas luces de muchos colores que se movían sin parar y que la música venía de allí. Si con la persiana bajada el ruido era insorportable, no os podéis imaginar es escándalo que había en mi habitación con la persiana levantada.

Total, que llamé a la Urbana y les expliqué. El agente que me atendió, podía oir el ruido ¡por el teléfono! O sea, un desastre. Pero, si os cuento todo este rollo, es porque, para mi sorpresa, el agente me dijo que sí, que "efectivamente el ruido venía de allí, porque había una fiesta, pero no podían hacer nada, porque LA FIESTA ESTABA AUTORIZADA POR EL AYUNTAMIENTO DEL DISTRITO y que se acaba a las 3 de la mañana, que si no paraban a partir de esa hora, ellos actuarían".

Bueno, me quedé de piedra. Me parece increíble que el Ayuntamiento autorice ese tipo de eventos al aire libre, en días laborables. Saben perfectamente que una fiesta equivale a ruido, música y jaleo. Una falta de respeto para el barrio y sus habitantes, que si esto continúa tendremos que sufrir las consecuencias de un montón de pijos que se divierten cuando otros necesitamos descansar.

Sé que al menos otra persona del edificio llamó esa noche a la Urbana para quejarse y lo cierto es que a partir de las 3 en punto, el ruido paró. No sé si hubieron más quejas. Francamente, espero que sí.

Os doy esta información por si os sirve para hacer presión, o por si lo queréis publicar en vuestro próximo boletín e invitar a la gente que sufra de esas molestias sonoras (si es que se repite de nuevo el asunto) a que llame la Urbana sin tregua. Si esto hubiese sucedido en fin de semana, me aguantaría, pero en día laborable me parece del todo inaceptable.

Cualquier cosa, podéis contactarme.

Gracias y saludos,

Lola

1 comentari:

pescadito ha dit...

Le contestamos...
La cuestión es qué hacer frente a los montruos