divendres, 17 d’abril del 2009

Pisos aún rentables

Las viviendas turísticas afloran en Barcelona como opción a la venta y al alquiler
SILVIA ANGULO - Barcelona - 06/10/2008
Los pisos turísticos son en Barcelona un negocio atractivo. Sobre todo ahora, en un momento en el que el mercado residencial se encuentra bajo mínimos y no levanta cabeza. Los propietarios de viviendas han visto en el turismo una alternativa para superar la caída de las ventas.

Por eso, este tipo de vivienda se ha convertido en objeto de deseo para inversores e inmobiliarias. Por una sola noche, dependiendo del número de inquilinos y de la ubicación del apartamento, se puede llegar a cobrar 400 euros. La cifra se multiplica si el turista pasa una semana o si el alojamiento está todo el mes ocupado. Algo habitual en los meses de temporada alta.

Se trata de un mercado que hasta hace tan sólo unos meses no estaba regulado, y muchas viviendas funcionaban de forma ilegal, sobre todo en Ciutat Vella. Ahora, para poder transformar un piso en un apartamento para turistas es necesaria una licencia de actividades que otorga el Ayuntamiento
La Associació d'Apartaments advierte de que el sector está al borde de la saturación
Ciutat Vella ha iniciado los trámites para legalizar 117 apartamentos que ya funcionaban
Pero a pesar de las trabas que impone el Consistorio, sobre todo en este distrito, donde se ha acotado su apertura, su rentabilidad es mucho mayor que el alquiler convencional. En un mes, según aseguran empresas que captan viviendas para destinarlas a este fin, si el apartamento está bien situado y presenta acabados de lujo, el propietario puede ganar unos 6.000 euros en temporada alta.

No es extraño que muchas personas compren pisos para destinarlos exclusivamente a este fin. O también que, en la situación actual, una residencia que debía ser objeto de venta, por parte de un inversor, acabe convertida en un apartamento turístico de forma temporal, según explican fuentes del sector inmobiliario. Así, estas mismas fuentes sostienen que Barcelona se ha convertido en una de las ciudades europeas que destinan un mayor número de viviendas a este uso.

El vicepresidente de la Associació d´Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur), Frank Granados, explica que desde hace un tiempo han advertido el interés de algunas inmobiliarias por dedicarse a la creación de apartamentos turísticos. "Pero no sólo nos han llamado agencias, también particulares que deseaban saber qué pasos deben seguir para transformar su vivienda", explica Granados.

A pesar de esta bonanza, advierte que el sector está al borde de la saturación. Hace unos meses, los apartamentos turísticos representaba el 11% de la oferta de alojamientos de la ciudad, una cifra que según Apartur se podría haber rebasado.

Granados también explica que muchos inversores temporales acaban por abandonar al poco tiempo de poner en marcha un alojamiento de este tipo. No es fácil llevar a cabo el cambio de uso y mucho menos gestionarlos. "La gente se cansa, además siempre se corre el riesgo de que el apartamento sufra desperfectos", relata el vicepresidente de Apartur.

Para abrir un apartamento de este estilo se debe registrar el inmueble como vivienda turística. Para ello es necesario una licencia de obras mayores que determinará el cambio de uso y que concede el Ayuntamiento. Una obligación que impuso la medida de gobierno sobre la Regulación del Uso Turístico de las Viviendas que entró en vigor el pasado mes de mayo.

Otro de los requisitos imprescindibles es que el piso esté a nombre de una sociedad, ya que un particular no puede solicitar este permiso, según explican desde el departamento de licencias del Ayuntamiento de Barcelona. Una vez acabado este trámite administrativo se debe comunicar a la comunidad de propietarios que en el inmueble se ubicará un apartamento turístico.

Pero no todos siguen estos trámites. Muchos operan en la ilegalidad. El presidente del Col · legi d´Administradors de Finques de Barcelona, José María Gual, explica que precisamente son estos apartamentos clandestinos los que generan más conflictos vecinales. "Aquellos que operan de forma indebida suelen provocar más problemas y quejas en las comunidades de propietarios", señaló Gual.

Estos días, Ciutat Vella ha iniciado el proceso de legalización de los pisos turísticos instalados desde hace tiempo en el distrito y que no cumplían la normativa. En los últimos tres meses, 117 viviendas han solicitado licencia de obras mayores, requisito imprescindible para hacer el cambio de uso. Se trata de parte de los 669 establecimientos de los 2.165 apartamentos que funcionan en la zona que eran susceptibles de ser legalizados.

Hasta ahora, la indefinición legal comportaba dificultades de control y bastantes dudas jurídicas y malas prácticas. De hecho, en este distrito se sigue un férreo control de los apartamentos turísticos que derivó el pasado mes de junio en el cierre de uno de los establecimientos.

Aportació de VEI