“El oleaje, fruto de la unión del viento y la mar, más antiguo que la misma vida, es una de las principales fuentes de renovación y oxigenación del litoral, es símbolo de la fuerza de los mares y símbolo de la naturaleza en su estado más puro y libre. El Mediterráneo, nuestro mar, al igual que los océanos, también es surcado diariamente por miles de olas, pequeñas y grandes, hacia Este, Oeste, Norte o Sur, dando vida y movimiento a este mar que ha visto nacer y caer numerosas civilizaciones.Pero ha llegado el momento en el que el Mediterráneo se está viendo caer a sí mismo. Parece que al hombre no le basta con verter sus innumerables residuos, ahora con el fin de ahorrarse unos euros más, con el fin de, por parte de unos pocos, mantener su poder y prestigio mediante sus cargos políticos, y con el fin casi industrial de masificar las playas para que miles de turistas más puedan broncear sus pieles durante dos meses al año, se ha planeado un nuevo crimen contra la naturaleza, una nueva atrocidad al Mediterráneo, la de construir espigones y muros sumergidos que matan el oleaje. Todo a cambio de unos metros más de playa. Playas que fueron creadas precisamente por el mismo al que quieren eliminar, playas que desaparecen a causa de la construcción de puertos, espigones, ferrocarriles y paseos marítimos que eliminan los sistemas de dunas que también las alimentan de arena. Las olas no son un elemento decorativo que se puede prescindir de él a capricho. Un bosque sin árboles deja de ser un bosque y el Mediterráneo sin olas deja de ser un mar. El mal ya está hecho, pero la solución propuesta lo agrava. No podemos permanecer pasivos ante los crímenes que se comenten contra nuestro litoral. Nuestra costa es un bien público y es por tanto obligación de todos nosotros cuidar de ella y luchar para evitar los continuos abusos que se hacen contra aquello de donde venimos y que nos dio la vida miles de años atrás. Se ha demostrado que hay otras formas posibles y no más caras de solucionar el problema. Un problema que afecta no sólo a los que disfrutan de las olas, sino a todos aquellos que aprecian el mar en su estado natural, a los que quieren disfrutar de una playa sana, ya sea en verano como durante el resto del año, a aquellos que ven cómo día a día se construye de forma impune e irreflexiva en nuestras costas, y especialmente a afecta aquellos que no quieren que sus vidas transcurran en la sombra de los crímenes cometidos contra la naturaleza. Creemos que merece la pena luchar por este mar que tanto nos ha regalado.Con este primer manifiesto la Associació Catalana de Surf quiere animar a todos aquellos que se sientan identificados en parte o completamente con esta lucha a unirse a la plataforma que se está creando para que se nos oiga y podamos tener más fuerza ante las administraciones. Se abre la posibilidad de crear una única fuerza que luche por la protección y conservación de nuestras costas como nunca antes se había hecho….”
dissabte, 3 de gener del 2009
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