divendres, 5 de desembre del 2008

BCN WEEK: Nº 61, FEBRERO 2008 ("TIEMPOS DE CRISIS")

V.E.I
VÍCTIMA
ESPECULACIÓN
INMOBILIARIA


CRUEL Y SALVADORA: LA ÉLITA INTERNA DE LA CIUDAD (LARS NIELSEN). 4ª PARTE

3- UNA GUÍA DE USUARIO/A PARA CHUPAR DE LA TETA SOCIALISTA

Tenemos una propuesta para ti: ¿qué te parece la oferta de disponer de tiempo libre ilimitado? ¿Aderezado con un sueldo suficientemente decente, durmiendo hasta el mediodía y tocándote los huevitos en la playa toda la tarde? ¿Yendo de tapas a La Barceloneta al anochecer y después de copas -sin compromiso ¿eh?-? Sigue mi consejo: evita las oscuras y tenebrosas aguas infectadas de tiburones de la vida laboral española. Olvida ese trabajo diario de profesor/a de inglés. Despeja la cabeza y date una oportunidad a ti mismo/a. "Paro" es tu palabra del día.

El verano pasado, un amigo me sugirió la idea de acogerme al paro. Mi primera reacción fue: siendo guiri, ¿cómo podría estar cualificado para recibir la generosidad que he mencionado antes? Al principio estaba frivolizando estas sabias recomendaciones financieras, descartándolas de mi cabeza al considerarlas pequeños mitos urbanos. ¿Cómo podía saber que un mes después estaría tumbado al sol todo un largo verano chupando de la Seguridad Social? Mmm...

Así que, ¿cómo reservar billete para este tren con destino el "bienestar social"? Bien, a grandes rasgos, guiri o no, necesitarás conseguir una limpia ruptura de tu querido contrato de mierda. Si tú eres lo suficientemente afortunado/a por tener un contrato de duración determinada, lo tendrá más fácil (sólo tienes que esperar a la extinción de tu contrato). Aquéllos/as no tan afortunados/as que tengan un contrato indefinido tendrán más trabajo, pero no desesperéis. La clave para aspirar a todo lo anterior es vuestro certificado de empresa, que es básicamente un impresionante resumen de todos vuestros días trabajados, todo lo que has tenido que aguantar vaya. Lo que hace falta para tener este informe entre tus ansiosos y pegajosos dedos es tener un poco de buen rollito y ternura con tu jefe/a. Realmente, como norma general te recomendaría una larga y planeada campaña de peloteo para asegurarte esa documentación de oro.

Con tu certificado de empresa y la carta oficial de fin de contrato en mano, estaréis eufóricos/as. Sólo os quedará un último paso. Desentierra tus últimas seis nóminas, todos tus contratos, sus respectivos certificados de empresa y, finalmente, tu libreta del banco. Haz fotocopias de todo esto, acompañadas con tu DNI/NIE más el pasaporte en el caso de que fueras guiri, y dirígete hacia tu oficina del INEM más cercana para registrarlo todo. Oh, vale la pena mencionar que es necesario haber trabajado anteriormente una temporada, desgraciadamente. Generalmente, si tú has cotizado un año, recibirás tres meses de paro como premio. Más allá de 540 días cotizados, los buenos tiempos comienzan con unos merecidísimos seis meses de paro queridos.

Un pequeño acuerdo entre los países de la UE ha congelado este dulce y cremoso pastel socialista, haciéndolo todavía más sabroso: estamos hablando de un acuerdo recíproco en compartir la Seguridad Social entre muchos miembros de la UE. Es decir, cualquier cotización que hayas realizado en algún país de la unión puede ser reclamada para España a través del paro. Bueno, bueno. Pide la documentación necesaria a los países correspondientes y disfruta de una vida tumbado/a tranquilamente.

Barcelona es una ciudad de ocio y placer: es una ciudad de espléndidos lugares conocidísimos, la playa, el sol,...así que, ¿por qué pasar todo el día desperdiciando tu vida como un simple mileurista? Mi recomendación es: disfruta lo que la ciudad tiene que ofrecerte o, qué coño, vete de viaje si así lo prefieres. El único precio a pagar es registrarte en la oficina del INEM cada tres meses.

1 comentari:

Anònim ha dit...

en este artículo se les ha olvidado meter a la cantidad de trabajadores, hombres en su mayoría, que les llaman para trabajar, se niegan y se les sella el papelito, escribiendo "ya está ocupado el puesto", para que ellos puedan seguir tranquilamente cobrando el paro y trabajando en la economía sumergida. O no, que también los hay que con poco se conforman. De éstos veo yo a puñaos, en mi empresa.

la solución para no negarse a ocupar un puesto de trabajo, es retirarle todo tipo de prestaciones sociales, como el médico. Si se hicera así, hasta desaparecería la "economía sumergida". Veo mucha publicidad estatal contra la "economía sumergida", cuando lo mejor para combatirla es retirar todas las prestaciones sociales al que se niegue ocupar un puesto de trabajo. Los inspectores de Trabajo deben largarlos a todos, porque no tienen más utilidad que ser cómplices de los empresarios. Que de cuando en cuando ponen algunas multas, no tiene más fin que el justiifcarse un poco. Pero por regla general esa multas no se pagan , porque el empresario se declara insolvente.