divendres, 8 de gener del 2010

Emilia no era imprescindible: nadie lo es. Pero sí era insustituible

“Hay mujeres que luchan un día y son buenas,

hay mujeres que luchan dos días y son mejores,

hay otras que luchas muchos años y son muy buenas;

pero hay las que luchan toda la vida...esas son las imprescindibles”. *

Emilia no era imprescindible: nadie lo es. Pero sí era insustituible.

Quizá por eso en cierto modo escribir sobre ella nos resulta un poco extraño, casi absurdo. Nos provoca la sensación de que las palabras no podrán decir todo -ni una pequeña parte- de lo que querríamos decir sobre Emilia; sobre cómo y qué era, ha sido y sigue siendo. Como este es un espacio para las entidades, intentaremos hablar como tales, aunque la parte personal no desaparezca en ningún momento. Emilia fundó la Comissió de Festes del Carrer Pescadors en 1990, en ningún momento dejó de preocuparse por el barrio, por hacer cosas para el barrio y, sobre todo, para y por sus vecinos. En 2005 constituyó la Associació de Veïns de l'Òstia y en el 2006 impulsó la creación de la Plataforma d'Afectats en Defensa de la Barceloneta. Pero decir qué creó o fundó se queda muy corto para explicar qué hizo por el barrio y su actividad incansable en defensa de La Barceloneta. Emilia encarnaba eso que hace poco algún político creyó descubrir: que en La Barceloneta entendemos el barrio como una prolongación de nuestra casa. Como tal luchó ella por este barrio al que le dedicó todos sus esfuerzos y gran parte de su energía. Esto le valió el respeto de toda la plana mayor del Ayuntamiento, como ya se vio el día de su despedida, con la visita de J.Hereu, X. Trías, C.Martí, I. González y demás mandamases a los que Emilia no dudó nunca en cantarles las 40, cuando tomaban alguna decisión o hacían algún movimiento que iba en contra del vecino del barrio. Todos la recordaban con admiración por ser una mujer guerrera y luchadora hasta el final, de quien lo que más les sorprendía era su profunda honestidad a la hora de defender lo que pensaba.

Emilia tenía una capacidad innata de escuchar y preocuparse por todo aquel que le explicaba un problema, a la vez que ver más allá y pensar globalmente en el barrio. Por eso, nadie puede negar la influencia que ha tenido en las calles de la Barceloneta, no sólo como presidente de la avv l'òstia, sino también como vecina, y como una de las pocas personas que ha luchado hasta el final para mantener abierta durante toda una semana una calle en fiesta mayor.

Todos hemos visto a Emilia por las calles del barrio, parándose a escuchar y a hablar con todo el mundo; también la hemos visto llamando a los vecinos a salir a la calle -como había hecho ella- a defender al barrio. O vendiendo números para poder tirar adelante la fiesta mayor... La hemos visto siempre por las calles, a veces en los periódicos o en la tele; y nunca hemos dudado de su honestidad y de su amor por La Barceloneta y sus gentes.

Podríamos escribir ríos de tinta (teclas) sobre Emilia, pero todo sería insuficiente. Lo que tenemos claro es que nadie podrá sustituirla, y que todos los que nos la hemos cruzado, los que la han conocido o oído hablar de ella, hemos aprendido con y de ella. Es por eso por lo que la tarea que comenzó Emilia con muchas compañeras y compañeros no se acaba con su marcha, porque su legado es demasiado amplío y La Barceloneta necesita que sigamos (todos) defendiéndola contra los intereses económicos y capitalistas. El legado que nos ha dejado Emilia y que todos tenemos que continuar es nada menos que:

  • La lucha contra el Pla de los Ascensores. El Plan está parado políticamente, pero NO anulado legalmente. Hay un contencioso en marcha en contra del Plan, pero hemos aprendido ya que las luchas se ganan en la calle, haciendo piña todos juntos.
  • El contencioso contra el Hotel Vela y la privatización de esos terrenos que antes eran de todos y tienen que seguir siéndolo. La influencia del hotel no traerá más vivienda social para el barrio o más trabajo digno. Si no se puede derribar, que decidamos entre todos el uso que hay que darle, pero no un uso privado.
  • La lucha contra la especulación y la conversión de La Barceloneta en un parque turístico. Hace años que la especulación azota el barrio, todos hemos visto marchar a vecinos porque no podían pagar, o conocemos a alguien que sufre mobbing. Más aun hemos sufrido muchos de nosotros lo que supone vivir con un apartamento turístico en la escalera. Pero además, estos apartamentos turísticos no cumplen una función social, que es la que ha de cumplir la vivienda.
  • La batalla por que el dinero del Pla de barris sea realmente en beneficio de los vecinos del barrio, que no se use para dejarlo bonito y que la gente nueva que venga a vivir porque puede pagar más, se encuentre con un barrio monísimo sin vecinos pobres.
  • La preocupación por cualquier problema social que tuviera el barrio; pero principalmente el de las personas mayores. Emilia se empeñaba (y generalmente lo conseguía) en que ninguna persona mayor tuviera que dejar el barrio, bien haciendo que tuviera una plaza en una residencia del barrio, bien haciendo que servicios sociales interviniera para que la gente mayor tuviera acceso a una vivienda asequible. También el acceso al deporte gratuito para los jóvenes, o la no criminalización de los que viven en la calle o los que venden Cds o latas porque no tienen otra forma de ganarse la vida.
  • La lucha por defender al vecino, por hacer que La Barceloneta continúe siendo un barrio popular en el que cabemos todos; pero que no se discrimine a nadie por motivos económicos.
  • La batalla cotidiana por que la Barceloneta continúe siendo nuestro barrio y nuestro hogar: que la fiesta mayor continuemos haciéndola los vecinos de las calles, que los niños tengan un cagatió en navidades, o que todos enterremos la sardina en febrero...

Emilia se ha ido, pero ¿quién no mira por la calle y la ve a lo lejos?

    *Paráfrasis de la poesía de Bertold Brecht.


La Comissió de Festes del Carrer Pescadors plora l'adeu d'algú que ha estat més que una amiga i una companya: Emilia Llorca, la persona que ens feia treure les forces necessàries cada any per continuar endavant amb la festa i gaudir-la no només la setmana de festa, sinó tot l'any. La seva pèrdua és irreparable. No em conegut ningú que hagi treballat tant per la festa major com l'Emilia, amb tota l'il·lusió i imaginació que li posava.

L'any que ve el carrer Pescadors no es quedarà buit durant la festa major. Nosaltres continuarem endavant, perquè l'Emilia s'ho mereix.

Emilia, no serà el mateix sense tu. Et trobem a faltar.

Comissió de Festes del Carrer Pescadors