divendres, 12 de desembre del 2008

E L RUNRÚN

V.E.I
VÍCTIMA
ESPECULACIÓN
INMOBILIARIA

Hitchcock en Barcelona
Màrius Serra - 01/12/2008

Los verdaderos pájaros de la película son quienes planean limpiar la Rambla barcelonesa de pequeño comercio

Dentro de un año Alfred Hitchcock consolidará el camino abierto por Woody Allen y rodará en Barcelona un remake de Los pájaros.Lo hará desde la tumba, claro, porque los grandes del cine nunca mueren. Su actualización del inquietante clásico ornitológico tal vez parta de la legendaria gaviota que, tiempo atrás, atacaba a las turistas rubias a la altura de Santa Mònica. Puede que incluso recupere la historia ya lejana del ave gigantesca "que profería fuertes graznidos en tres intensidades distintas", nacida en 1990 en la vecina sección de Cartas de los Lectores, oque la plaga verde de cotorras argentinas que infestan la ciudad interprete algún papel. Pero el detonante que sacará al gran Hitchcock de su nicho será el anunciado desmantelamiento de los once puestos de animales que operan en la Rambla de Barcelona desde hace un siglo y medio.

La aprobación de la ordenanza municipal que da un año de vida a las pajarerías de la Rambla intenta suavizar el grave peligro al que se expone la población civil, pero no hace falta ser un experto en crisis financieras para prever que las criaturas vivas que permanecen felizmente hacinadas en estos peligrosos puntos de venta se rebelarán contra su destino. Pájaros de todo plumaje saldrán de las jaulas en tropel y revolotearán por entre los plátanos de la Rambla al acecho del primer funcionario municipal que se acerque a la histórica vía urbana para derruir sus chiringuitos, tal como se hizo con los de la Barceloneta. Sin duda los pájaros lucharán con agresividad inusitada, cada uno dentro de sus posibilidades. Los gallos gallearán y las cacatúas harán lo propio, cresta en ristre. Puede que las tórtolas no piquen a nadie, pero seguro que afinan la puntería desde los árboles para que sus heces, tan melosas como su canto, acaben en algún uniforme azul.

Mientras tanto numerosos psitácidos, encabezados por algún yaco parlanchín, difundirán entre la desconcertada ciudadanía todo tipo de rumores. Que si una nueva mutación de gripe aviar setransmite por el móvil, que si una nueva ordenanza municipal obliga a cerrar los puestos de las floristas porque la contaminación perjudica a las plantas...Dentro de un año el pánico, siempre más fácil de activar que de desactivar, se apoderará de los barceloneses y ya no cesará de crecer. Con el paso del tiempo verán que los verdaderos pájaros de la película son quienes planean limpiar la Rambla de pequeño comercio atacándolo justamente por su pequeñez. Actúan como aves de rapiña bajo un disfraz de pingüino. Su secreta intención es dar más espacio a las hordas de turistas que bajan por la Rambla pidiendo a gritos puestos de venta más grandes que se acojan a la cosmopolita tradición de las franquicias. Nada de floristerías o pajarerías. ¿Qué turista va a comprar animales o plantas? Taburetes, lámparas, pufs, maletas, pelotas, toallas, patitos de goma, pantalones, camisetas desigualmente custodiadas, outlets de lo que sea que convenga rebajar... Tal vez una tienda del Barça, incluso, ¿por qué no?

Ese es el paisaje de la Rambla que sueñan quienes se proponen combatir a las grandes superficies desde la misma vía pública. Eso sí, aliñándolas con el hecho diferencial de las estatuas humanas que actúan como la ciudad: acicalándose, quedándose quietas y moviendo el culo sólo cuando suenan las monedas, en su caso libres de impuestos. Los pájaros que aún nos miran dulcemente desde sus minúsculos habitáculos en la Rambla se rebelarán y el gran Hitchcock vendrá a filmar su rebelión para que ya nadie dude que Barcelona es un gran plató.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Desde que era pequeña y paseaba con mis padres por las Ramblas, viendo todos aquellos pequeños animales en las jaulas..., dentro de mi sentía una tristeza que con la edad empecé a entender perfectamente a que era debida. Esto no se ha acabado aquí!! Esta imagén de la edad media en las Ramblas tiene que cambiar!!! Que todos se enteren de que estos animales sufren cada dia y son comprados por personas caprichosas que normalmente en poco tiempo terminan por deshacerse de ellos de mala manera...

Aún así, tengo que decir que Las ramblas de Barcelona son la alegría, el color, la atracción de quienes las visitan. Las estatuas, el Joan Maradona, las floristas y todo su entorno, conjugan una unión de placer visual, olfativo y hasta gustativo. Barcelona, no seria lo mismo si perdemos o se ha perdido todo eso.